V
Nunca hablo de besos;
son demasiado efímeros
como para retenerlos con el verbo.
Pero sin embargo,
los hubo distintos.
Sin haber tocado mi boca,
permanecen allí,
donde la vida comienza.
VI
Colisión al Contacto
Cuesta creer, que a veces, el mundo se reduzca a una sóla mirada;
pero aún más increíble, es la experiencia fugaz de tropezar con todas a la vez.
VII
Necedad o estupidéz:
insistencia del torpe ante el infiel idilio entre el capricho y la intuición.
2 comentarios:
Nunca hablo de besos;
son demasiado efímeros
como para retenerlos con el verbo.
Pero sin embargo,
los hubo distintos.
Sin haber tocado mi boca,
permanecen allí,
donde la vida comienza.
Excelente sentencia. Amiga del alma eres puro sentimiento. Es un honor poder leerte, MAESTRA.
Serge.
Con seguridad, mi querido Serge, tú también guardarás algunos de esos besos en tu ser. Y si no fuera el caso, pues quédate con un gran abrazo de ésta ave.
Muchas gracias y..., (nada de "maestra", aquí todos aprendemos de todos).
Otro placer mi querido amigo!
Caro
Publicar un comentario