19.11.09

BLANCOS COMO LA SAL


Se arrastra por los suelos mas áridos.
Incrustando su hálito hasta lo mas profundo.
Retrato en sangre sobre el suelo moribundo
que se resquebraja atosigado por el afán.

Devora el polvo, enterrando su carne.
Mordiendo sus labios pálidos y desnutridos.
Florecen mortajas de claveles tupidos
apremiando a la tarde con su antifaz.

Golpean las campanas
a los oídos sordos
de los gestores de turno... .

Desvanece el diluvio el rastro de la agonía.
Ingieren las rocas su silueta sombría.
Se deshace en astillas y trozos,
observándose al final,
cual granos de sal,
( blancos, como eran sus labios).
.