18.6.16

Demasiado tarde


Lamento la caótica disposición
de mis prioridades aquella noche.
El llamado de la sangre fue impetuoso
y ante él, se sometió la palabra.
Pudo más el inexcusable anhelo
de provocar la ilusión de un horizonte
cuando la noche aún seducía a la luna.
Y así, 
segura de que tus besos
disipaban el tiempo,
perdí la oportunidad de decirte:
Adiós...