Conspiró la
lengua por años,
perdió la
visión Tacuabé,
queda sólo hoy un mármol
sin indulto
ni fe;
pero antes,
en vida,
supo tomar
con convicción
tanto el
cuerpo como alma
de quien hoy
también
perdió....
mis
delirios, mis quimeras,
mi temor a
la verdad,
mi eterna
odisea
y mi
impulso al volar.
Mis
secretos mutilados,
mi futuro
de papel,
mi sonrisa
sin sentido,
mi deseo de
volver.
Mi familia,
mis amigos,
una calle,
el corazón,
veinte
traumas y una historia,
mi pasado,
mi razón.
Un rey
Midas me ha tocado;
desde aquí no puedo andar.
Veo un
mundo indiferente
que
transcurre sin piedad.
Gira, gira
como un tango
la impotencia
por gritar;
un rey
Midas se ha burlado
y se ríe al
divulgar
sus
mentiras.