3.11.09

LOS CUREVOS


Propones el castigo constante,
el que prescinde de la delicada lágrima.

Halan pena los cuervos.

Se extingue la media luz
atraída por la cúpula desahuciada.
Clava su daga en forma de cruz
y se desangra el padre... .

Quejidos.

Limpian sus manchas las sombras
alejándose del terreno.

¡Calla!
Huyen amparando el anhelo de quien te habla.

No volverán... .

Se destiñe la mortaja del progenitor.
Caen los ojos de los alados.
Cargan cegados por el dolor
lo que queda de su cuerpo.

Ascienden, entre sollozos
los opacos celadores.

¡Calla!
Se han olvidado de mi.
.