31.7.09

APLAUSOS PARA EL PUBLICO


Cuando la obra culmina,
el gran escenario
estrena su coreografía.
Otras son sus estrellas.
Una pareja catadora de besos,
veinte felinos uniformados
a la Marcel Marceau
y una orquesta de cámara
afinando un blues
entre charcos, humedad
y alcohol sin destilar.

Una voz ronca
(por tabaco sin registrar),
anuncia la melodía
que estremece
al trasnochador sin juicio.
Al que alimenta a su vicio,
a su principio,
de nunca dormir solo... .
Obediente,
persigue a sus pies
sin rumbo.
Clavando su mirada,
cada vez mas nublada,
en la invisible serpentina
que lo guía a la cama
de una mujer.

Ansiosa,
alarga la hora
esperando el efecto... .
La ruleta da sus vueltas
y comienzan las apuestas
entre la prostituta
y la inconsciencia.
Como una sesión
de hipnosis impuesta,
conduce al paciente
entre besos tarifados
y halagos memorizados
al profundo estado
del sueño.

Cambio de papeles:
el ebrio ya no bebe
y la almohada se ensancha
de amores verdaderos.
Familiares.
Compromisos
con la situación social... .

También la sátira
es parte del montaje.
Dos máscaras,
claramente identificadas,
dejan caer las butacas.
Una alfombra roja y de terciopelo
eleva el tul del desvelo
a un Chaplin conmovedor.

En realidad, señor,
la obra jamas termina.
Los actores son
los que se inclinan
ante un público dantesco.
Escenario, guión y vestuario
cambian según el horario
y la pluma del
escritor.

TE ESPERARE


Te esperaré.
Contando los vientos
que danzan envueltos
en plumas de gorriones.

Te esperaré.
Imaginando tu llegada
cual cometa extraviada
en un carnaval de luciérnagas.

Te esperaré.
Bajo el Sauce,
(observatorio pasivo),
de tus miradas astrales.

Te esperaré.
Con esta vida a cuestas.
Sujetando en mi mano
una fotografía de hoy y
el certificado de autenticidad
de nuestro amor.

Te esperaré.
Como medita un monje.
Encontrándose con sus pares
en el camino que asciende
a la verdad.

Te esperaré.
Sin creer en destinos malévolos.
De los que se empecinan
en separar a dos almas siamesas.

Te esperé.
Creyente.
Convencida.
Segura
y
enamorada.