Dioses milenarios
arropados con sus hilos.
Invisibles como esclavos
encadenados a su credo.
Fuerzas naturales
enjauladas por aristas
apuntando a un cielo
agonizante...,
imperialista.
Se inclina el hechizo
ante la presencia inmortal.
El de una serpiente
vigilante de lo suyo.
Emperatriz de secretos.
Lujuria analfabeta.
Guerreros ante soles
transmutando
corazones.
Y entre lúgubres brevajes,
sacrifican a estas pieles.
Seduciendo con su sangre
a un dios hambriento
de amores.
Por las lluvias,
por la caza,
por la vida... .
Qué mas da?
Entregaría mi alma,
sin dudarlo,
al desgarro de una daga
por ti... .
http://tustextos.com/avelibre/el-sacrificio/