18.11.09

SED


Hurtaría tu aliento,
sol del desierto de mis deseos.
Cedo mi cuerpo a las dunas.

Tus manos,
que como espuma
se funden con la humedad.

Renuncio a mi voluntad.
Viento, que te apropias
de la sed que me gobierna.

¡Arrebátame la conciencia
y entiérrame bajo
la historia de tu soledad!

Levántame como esfinge
que se pierde en tu imponencia.
Y por último bésame...,
hasta que pierda mi humanidad.

Quédate con mi esencia
y duermete sobre mi,
la línea de tu horizonte.
.