18.11.09

SED


Hurtaría tu aliento,
sol del desierto de mis deseos.
Cedo mi cuerpo a las dunas.

Tus manos,
que como espuma
se funden con la humedad.

Renuncio a mi voluntad.
Viento, que te apropias
de la sed que me gobierna.

¡Arrebátame la conciencia
y entiérrame bajo
la historia de tu soledad!

Levántame como esfinge
que se pierde en tu imponencia.
Y por último bésame...,
hasta que pierda mi humanidad.

Quédate con mi esencia
y duermete sobre mi,
la línea de tu horizonte.
.

6 comentarios:

aapayés dijo...

Me quedo con la esencia de tus versos..

Maravillosos

Un gusto pasar a leerte..

Un beso

Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos...

tecla dijo...

Hurtaría tu aliento,
sol del desierto de mis deseos.
Cedo mi cuerpo a las dunas.

Tus manos,
que como espuma
se funden con la humedad.

Renuncio a mi voluntad.
Viento, que te apropias
de la sed que me gobierna.

Grandioso, sublime mi querida Carol.
Tienes un gran talento.

Kim Bertran Canut dijo...

Dulce Caro: quién fuera desierto, duna, viento...los vientos del desierto en las noches arremolinan el polvo de la arena como costillar de ballenas...Besitos sedientos de tu sed...bebamos amiga

Carolina O. dijo...

Adolfo,
que bien se siente encontrarte entre mis versos.
Mas saludos fraternales para ti... .
Gracias

Carolina O. dijo...

No tan grande como el tuyo mi Mejo querida.
Tu eres grande, tan grande que tocas el firmamento.
Te quiero mucho.
Gracias por pasar,
Caro

Carolina O. dijo...

Me has hecho reir mi Kimber querido... .
Adoro tus comentarios. Siempre tienen ese "no sé que" que los hace tan especiales.
Gracias por ser y estar entre las dunas de mis poemas.
Un abrazo mi amigo!