3.10.09

LA DOTE


Siento temor de encontrarme
entre el parpadeo inocente
del que persigue mi norte.
Del que reclama conciencia,
sin haber descubierto el horizonte.
Al que espera el salvaje trópico,
portando un luto obligado.
Recordando en silencio
la cuchilla indiferente del Humano.

¿A quién le pido perdón?
¿A quién reclamo lo injusto?

Siento vergüenza del legado.
Miseria, es lo que va quedando.
Una historia agonizante
que se va volviendo pasado.
Perpetua en las páginas
de algún libro custodiado
por el polvo de la ignorancia
y la insensatéz de los Estados.

¿Con qué se absuelve el demonio
que se arrastra en las venas?
¿Con qué orgullo escribir
la herencia que dejo en mis letras?
Y la sangre derramada
solo pregunta:

¿por qué?
.