24.10.12

Nada




No tengo estrategias.

Me expongo. 

Reconozco mi desnudez sometida
a los dardos exentos de certeza.

Me dejo lamer la esperanza
por las lenguas sedientas de la nostalgia.
No la noto;
ni me desplomo sobre la tierra que me desea.
Sólo me quedo allí,
sostenida por el tiempo.

Por momentos,
recuerdo la vida
y muero.