aunque venderte, permutarte o simplemente ofrecerte,
para la mayoría,
se asemejara a un sacrilegio;
con el hoy,
debido menesteroso respeto que me inspiras,
mi Alma,
te confieso,
que soportaría tu perpetua ausencia
por un inestimable segundo
con él.
2 comentarios:
Leerte un solo fragmento de tiempo es suficiente para enriquecer mi alma.
Amiga del alma, eres una maestra y te admiro.
Un abrazo con el alma.
Serge.
Mi amigo del alma..., gracias.
Sabes, (y espero que sientas), que la admiración es mutua.
Otro abrazo de alma a alma mi Serge querido.
Nuevamente gracias por entrar a tu casa.
Caro
Publicar un comentario